Durante un tiempo de silencio, vuelvo a asomarme por ésta ventana.
Alguna tela de araña, polvo y olor a cerrado.
Ahora toca coger el plumero...
Coger el plumero y sacar brillo.
Mi pretensión es dejar que vuelva a entrar aire fresco, mis cicatrices se ventilen y mis heridas sanen.
Muchos acontecimientos vividos en poco tiempo, han hecho que mis compañeros de viaje sean la frustración, la rabia, impotencia, tristeza, mucha tristeza.
Estas emociones han dominado tanto que ni los buenos recuerdos han servido para allanar este difícil camino.
Pero como nada es eterno, un día, al levantar la mirada...
Recalculando ruta
de pensamientos,
de ideas,
de personas,
de emociones.
Nunca ha faltado en mí caminar, una capa de amor, que ha sabido envolverme cada día.
Nunca dejó de estar ahí,
sigue ahí.