Ocupa de tu corazón

Llegué sin avisar, ni siquiera llamé a tu puerta,  vi un hueco vacío en tu corazón y me instalé.
Ocupa de tu corazón, presa de tus labios
que me atan con suaves cadenas
y no quiero soltarlas,
cautiva de tu olor
que impregna mi piel
y no quiero quitarlo,
prisionera de tus hechos y dichos
que me perturban y amansan.
Ocupa de tu corazón a tiempo completo.
Ocupa de tu vida a tiempo parcial,
esperando a la sombra de los olmos para verte,
caminando despacio hacia ti mientras te alejas.
No quiero caer en el olvido, ni en tentaciones de ilusión,
haré de inmediato la maleta,
si necesitas  espacio,
y seguiré soñando imposibles contigo
y contigo seguiré soñando.

Déjame soñar

No juegues con la sordidez de mi soledad
y déjame dormir,
posa a mi dulce amor en la cama
mientras duermo,
quiero soñar con mariposas,
con hojas de árboles que caen
en el suelo de mi habitación
con flores que nunca se marchitan,
déjame soñar,
deja que su aroma llegue a mis entrañas
deja que Él  sea mi alma gemela
y que su amor crezca  en mi almohada.
Anochece
cierro los ojos poco a poco
siento una  soledad devastadora,
quiero  ordenar mis sueños
y que  en todos ellos
pueda besar su cara,
que nuestro amor se renueve con el recuerdo,
y al despertar me haga sentir  enamorada.

Mendiga de Amor

Siempre mendigando amor
en aquel corazon apagado,
buscando rescoldos de cariño
sin hallarlos,
demasiado rencor en sus ojos,
demasiada ira  en sus labios.
No encuentra consuelo
se perdió en los ocasos
y de tantas piedras lanzadas
están agrietadas  sus manos.
Mendiga de amor,
que busca rincones de complacencia
sin hallarlos,
mostrando su sonrisa de plástico
y su falsa mirada, sujeta con hilos de insatisfacción.
Se perdió aquél  amor,
se perdió en los ocasos
y en las piedras lanzadas
que ahora recoge,como caramelos esparcidos,
sin poder abarcarlos.
Tomó café amargo en los amaneceres,
y con acidez en las palabras,
preparó sus puñales afilados.
Triste mendiga  de amor
triste sonrisa oculta
triste miedo a la soledad
envuelta en velos de orgullo.
No hay paz en su jardín,.
recoge frutos amargos
por plantar lacias semillas,
sin regarlas en verano
y en aquel corazón apagado
ni la llama logra enceder
a pesar de mendigarlo.