Fuiste un niño perdido
dentro de mi jardín,
siempre encontraste calor,
y un refugio para amar.
y un refugio para amar.
Tu hogar frío y solitario,
donde el
amor se ocultaba detrás de las botellas de vino rancio,
allí pequeño niño, te escondías tras los barrotes,
allí estabas protegido,
allí estabas protegido,
el televisor te daba el amor tan ansiado,
allí pequeño niño, temblabas al oír los portazos,
mientras mordisqueabas tus uñas, ya
desgastadas,
tus oídos tapados y tus ojos cerrados
no querían sentir,
no querían sentir,
no querían buscar,
no podían amar.
no podían amar.
Pequeño niño perdido,
siempre volvías a mi jardín,
olías todas las flores, y sonreías,
comías
ese pequeño bocadillo de felicidad,
bebías agua cristalina, tanto como tus ojos brillantes.
Dentro de mi jardín las saetas del reloj bailaban
y tu no querías dejar de bailar,
colores y sabores ponían esperanza a las tardes de invierno.
Esas malditas tardes de invierno , mi pequeño,
hacían que amases la oscuridad en el jardín
hacían que amases la oscuridad en el jardín
y odiases la luz en tu nido,
la soledad buscada te hacía dormir,
y soñar con tu libertad.
Sueña pequeño niño perdido
y cuando despiertes
volverás.
y cuando despiertes
volverás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario