viernes, 9 de febrero de 2018

Niño perdido


Fuiste un niño perdido
dentro de mi jardín,
siempre encontraste calor,
y un refugio para amar.
Tu hogar frío y solitario,
donde el amor se ocultaba detrás de las botellas de vino rancio,
allí pequeño  niño, te escondías tras los barrotes,
allí  estabas protegido,
el televisor te daba el amor tan ansiado,
allí pequeño niño,  temblabas al oír los portazos,
mientras mordisqueabas tus uñas, ya desgastadas,
tus oídos tapados y tus ojos cerrados
no querían sentir, 
no querían buscar,
no podían amar.
Pequeño niño perdido,
siempre volvías a mi jardín,
olías todas las flores, y sonreías,
comías ese pequeño bocadillo de felicidad,
bebías agua cristalina, tanto como tus ojos brillantes.
Dentro de mi jardín las saetas del reloj bailaban 
y tu no querías dejar de bailar,
colores y sabores ponían esperanza  a las tardes de invierno.
Esas malditas tardes de invierno , mi pequeño,
hacían que amases la oscuridad en el jardín
y odiases la luz en tu nido,
la soledad buscada te hacía dormir,
y soñar con tu libertad.
Sueña pequeño niño perdido
y cuando despiertes
volverás.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

LLueve

  ¡Basta ya! Mi jaula de grillos me ansía, me ahoga miro a través de la ventana la fuerte lluvia salpica al cristal empañado, no veo co...