viernes, 1 de diciembre de 2017

Miedo

Caminando en soledad,
los pasos temblorosos despistan su camino.
Poco a poco se apagan las luces,
llega la oscuridad.
Ahora la única iluminación  es su pálida tez,
las manos abiertas buscan obstáculos que sortear,
no logra tocar nada.
Atroces silbidos venidos del furioso viento penetran en sus sentidos.
Los brazos aun extendidos abrazan su cuerpo,
cuerpo inmóvil.
Grita.
Su mirada busca luz, no puede ver.
Llora.
De pronto alguien coge su  mano.
¡Ese perfume! ¡Esa voz!
Ha llegado la luz, está a salvo,
¡Mamá!

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