En mi bolso de viaje
llevo un neceser de ternura,
unas toallitas que limpian las caras tristes,
el pijama para vestirme en los mejores sueños contigo,
un frasco de amor para perfumar mis sentidos
y embriagarte con mi olor.
Llevo algo de ropa para vestir mi alma por si se queda desnuda.
Pero no llevo zapatillas.
No. Tú vistes mis pies descalzos con serenidad, les das un toque de amor y los proteges.
Mi bolso va y viene, se carga de sensaciones que viajan de un lado a otro,
dispuesto siempre a buscarte.
En mi bolso de viaje cabes TÚ.
Lo que siento lo escribo sin pensar, luego, pienso en lo que he escrito para ver cómo me siento.
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