viernes, 3 de marzo de 2017

Las huellas que nos deja el paso del tiempo

Sí, me encanta la vida.
Esta afirmación puede parecer extraña, pero es real.   Me siento totalmente conectada con la vida, conectada con las personas, con los animales, con la naturaleza en general.
Siempre he tenido esta sensación de conexión.
Cuando era pequeña, mi padre me enseñó a apreciar todo lo que tenía a mi alrededor.
Ver los colores de la primavera, oler el trigo recién cosechado, disfrutar con la caída de las hojas en otoño, tocar la nieve....  Eran continuos aprendizajes, llenos de entusiasmo.
Soy gran amante de la naturaleza, y entender los ciclos naturales de la vida,  me hace pensar en que no podemos luchar contra el paso de tiempo, de hecho no quiero luchar contra el paso del  tiempo. Me gusta fluir y sentirme en plenitud. Esas canas, las arrugas, las imperfecciones que van surgiendo en mi cuerpo, son huellas de mi vida, huellas de mis momentos, igual que se erosiona la tierra y va cambiando el paisaje, así nos pasa a nosotros, nuestro cuerpo cambia con el inevitable paso del tiempo y me encanta sentirlo porque me siento viva.
Trabajo mi interior, para sentirme en plenitud, y eso es lo que transmito a través de mi cuerpo.

Si amas la naturaleza y la entiendes, te entiendes a tí mismo.
Si aceptas tus cambios, te aceptas tal y como eres.

Si te quieres tal y como eres,  todo fluye y eres féliz.

¡Prueba!, no tengas miedo a ser natural.

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