Una figura importante en las nuevas familias. Puede resultar algo natural o un tormento. Depende de los celos. Una vez yo conocí a una que resultó ser muy tóxica. No soportaba que su pareja estuviera con su familia.
Hacía verdaderas escenas dramáticas delante de todos y nadie las entendía. Era capaz de mentir con certeza para provocar enfrentamientos del padre con sus hijos y con su familia en general. La estancia con ella se hacía insoportable. Era fría y calculadora, siempre pensaba en la exclusividad para con su pareja sin ponerse en el lugar de él. Cada vez que el pobre hombre besaba a sus hijos o simplemente jugaba con ellos, ella se enfadaba incluso se encerraba en otra habitación. Una vez fue capaz de poner dinero en un bolsillo del pantalón de los niños y les acusó de que habían robado ese dinero. Los niños sufrían mucho cuando ella estaba alrededor incluso al padre lo notaban cambiado. Ella continuamente se hacía la víctima acusando a todos que no la querían y estaban contra ella.
Las visitas de los niños a su padre se convirtieron en verdaderas torturas. Cada vez era algo distinto. Poco a poco ella se salió con la suya y la familia se fue separando. Los hijos no sentía cariño allí, era un desasosiego para ellos, por un lado sentían pena por el padre y a la vez odio hacia esa perversa madrastra. Una madrastra que podía haber salido perfectamente de los cuentos de hadas.
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