Reunir un grupo de niños, de un pueblo pequeño para hacer teatro infantil no es fácil. Si ademas hay varios de ellos que son muy tímidos, y no les gusta leer, aún es más complicado. Cuatro chicas adolescentes conseguimos lo que era impensable. Preparar con esos niños veladas teatrales durante varios veranos. La última actuación con aquel grupo fue colosal. ¡Cuanto entusiasmo en los peques! Y también en nosotras.
Los personajes de la obra fueron inventados totalmente. Diferencia entre clases sociales, visto desde la adolescencia, reflejando como vivía una familia rica y una pobre.
En la familia de los ricos un solo hijo una casa grande bien adornada, una criada para atenderlos y una empresa con muchos trabajadores.
En la familia de los pobres varios niños, una casa muy pequeña y humilde, sin criados claro, y el padre asalariado de la empresa de los contrarios.
En las dos casas había abuelos conviviendo con las familias.
Por darle un toque de humor decidimos enredar a los personajes de las dos partes.
Fue muy divertido. Un amor de juventud entre el padre de los pobres y la madre de los ricos.
Otra historia de amor entre los abuelos, un enredo que resultó muy interesante y un final feliz ya que a los pobres les tocó la lotería.
La obra enganchó al público lo pasaron muy bien, y se sintieron orgullosos porque sus niños habían sido los protagonistas.
Los niños felices porqué su esfuerzo fue recompensado. Para nosotras esa temporada fue muy reconfortante, convivimos con los niños, aprendimos mucho de ellos y nos divertimos. Aparte del teatro hacíamos juegos, meriendas y alguna otra actividad. Un día hasta organizamos una excursión, que salió un poco accidentada, Pero bueno eso ya os lo contaré otro dia.
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